La batalla de Lepanto
La batalla de Lepanto fue un importantísimo combate
naval que tuvo lugar el 7 de octubre de 1571, en el golfo de
Lepanto, situado en la Grecia continental. Esta batalla se produjo entre los
turcos del Imperio otomano y de los cristianos, que formaban la Liga Santa.
La raíz de la batalla fue que en 1570, el Imperio
otomano tenía el control y era superior en el Mediterráneo, las galeras turcas imponían
sus leyes, conquistaron territorios como por ejemplo Chipre, que se le
conquisto como parte de la estrategia para romper con el llamado “cordón
veneciano”, puesto que Venecia controlaba el paso de entrada al mar Adriático. A
la vista de todo este peligro, del avance de los turcos, el papa Pío V impulsa
la formación de una alianza de los países cristianos para acabar con toda esta situación
y enfrentarse al Imperio otomano.
La formación de la Liga Santa fue entre: el reino de
España, los Estados Pontificios, la República de Venecia, la Orden de Malta, la
República de Génova y el Ducado de Saboya. Esta Liga Santa reúne una gran flota
con el objetivo de destruir la amenaza otomana en el Mediterráneo, pero en
realidad cada uno de sus miembros tenía intereses propios, que no coincidían con
los de sus aliados.
La armada española estuvo dirigida por Juan de
Austria, hijo del emperador Carlos I de España y V de Alemania, la veneciana
por Sebastián Venier y la pontificia por Marco Antonio Colonna. La armada turca
estaba bajo el control de Uluch-Ali.
La flota cristiana se reunió en Mesina. Una vez
unida contaba con 90 galeras, 24 naos y 50 fragatas por parte de España, 12
galeras y 6 fragatas por parte del Papa y 106 galeras, 6 galeazas,
2 naos y 20 fragatas por parte de Venecia. En éstas embarcaron 4000 soldados de
los tercios españoles, decisivos en la suerte de la batalla. Además había más
de cien embarcaciones auxiliares que transportaban casi 85.000 hombres: 13.000
marineros, 28.000 soldados y remeros el resto. Los tercios españoles eran
cuatro, con 8.000 hombres, mandados por Lope de Figueroa, Pedro de Padilla,
Diego Enríquez y Miguel de Moncada.
Los turcos, por su
parte, contaban con 208 galeras, 66 galeotas y fustas y
25.000 soldados, aunque tan sólo unos 2.500 eran jenízaros, armados con
arcabuces. El resto de la tropa iba armado con arcos y flechas, útiles a corta
distancia.
Lepanto no solo fue la mayor batalla de galeras de
la historia, sino la confirmación del fin de la expansión mediterránea del
Imperio turco. Desde ese momento comenzara su declive y dejara de ser la grave
amenaza que había sido para los países cristianos de Europa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario