jueves, 28 de febrero de 2013

La familia Sforza



Muzio Attendolo
Los Sforza fueron una familia gobernante del Renacimiento, linaje italiano que desde 1450 hasta 1535 ocupó el ducado de Milán. Muzio Attendolo, al que se dio el sobrenombre de Sforza, fundador del linaje, Fue el dinasta más célebre de los condottieri.

La familia también poseía el señorío de Pesaro, que comenzó  con el segundo hijo de Muzio, Alessandro . Lo llevaron hasta 1519. El tercer hijo de Muzio, Bosio  fundó la rama de Santa Fiora, que llevaba el título de Conde de Cotignola; los Sforza          gobernaron el pequeño condado de Santa Fiora en el sur de Toscana hasta 1624. Varios miembros de la familia también ocuparon importantes puestos en la iglesia y la  política en los Estados Pontificios.


Francesco Sforza
El primer déspota italiano de la dinastía Sforza en Milán fue Francesco Sforza,  hijo de Muzio Attendolo.  Su mandato era muy estable y había una gran prosperidad general. Tuvo mucho éxito, en los cuales estaba basado su gobierno, lo que le proporcionaron una gran popularidad y amor del pueblo; los milaneses solían decir que era un honor el ser gobernados por un déspota tan distinguido.

Galeazzo Maria Sforza
Francesco, Duque de Milán, gobernó hasta 1466, cuando su hijo Galeazzo Maria Sforza lo sustituyó. Éste, aunque era bastante caprichoso, y era cruel con sus conocidos, fijaba su poder en la libertad económica que poseía, en la caza, y en la gente distinguida, y también en su físico. Como consecuencia, fue asesinado




El sucesor de Galeazo fue  Ludovico “il Moro” Sforza, hijo ilegítimo de Francesco Sforza, Su genio político le hizo ganar  reverencia del pueblo Italiano; ejerció el poder hasta que fue perseguido por las fuerzas combinadas de César Borgia y Luis XII de Francia.


Ludovico Sforza

Los Sforza gobernaron en conjunto con los Borgia a través del matrimonio arreglado entre Lucrezia Borgia y Giovanni Sforza
 Massimiliano Sforza, hijo de Ludovico, se convirtió en 5º Duque de Milán, hasta que Francisco I de Francia invadió la ciudad y lo puso prisionero, huye con su padre que muere prisionero en Francia y con su hermano Francceso II,  quien fue su sucesor, el último Duque independiente de Milán, cargo que ocupó desde 1521 a 1535.

El ducado de Milán



El Ducado de Milán, también conocido como Milanesado o Estado de Milán, fue durante la Edad Media la principal potencia del norte de Italia, adquiriendo un gran poder tanto político como económico. Sus orígenes se remontan en el año 1395, fecha en la que el emperador Wenceslao concede el título de Duque de Milán a Gian Galeazzo Visconti. Su dominio se extendió con la anexión de Verona, Vicenza, Padua, Pisa, Perusa y Bolonia. Tras la muerte de los Visconti en 1447, el ducado fue declarado República. Pero la república duró poco tiempo: Francesco Sforza, tomó Milán en 1450 y se autoproclamó duque. Con la dinastía de los Sforza, Milán alcanzó su esplendor cultural y artístico, hasta que en 1499 fue conquistada por Luis XII, hijo del duque de Orleans y legítimo heredero del ducado.  El dominio francés se mantuvo de manera intermitente hasta 1529, cuando  se produce la renuncia francesa al ducado de Milán y la restitución de nuevo de los Sforza hasta 1535. En este año Francisco II Sforza muere sin herederos y el Milanesado se incorpora al Imperio Español. En 1540 Carlos V se lo cede a su hijo Felipe II. Durante 170 años permaneció bajo dominio español siendo una capital de provincia más. Favorecido por su situación geográfica, se convierte en una gran fuerza económica gracias al comercio de la lana y la seda así como a su potente industria de armas. En 1713 España se ve obligada a ceder el ducado de Milán a Austria a causa del tratado de Utrecht, y los austriacos reforman totalmente la ciudad. Finalmente, en 1797 las tropas napoleónicas entran en Milán y la convierten en capital de la Republica Cisalpina.